Los estranguladores de Denis Wick han marcado la pauta en cuanto a tono y entonación de los metales durante muchos años. Ofrecen una asombrosa amplitud de colores tonales y su uso ha sido parte integrante de muchas obras orquestales clásicas y de vanguardia, música de cine, sonidos de big band y otros conjuntos de jazz.
Este estrangulador crea un efecto de parada de mano que se puede conseguir cubriendo la caja de resonancia del instrumento con la mano, lo que lo convierte en un accesorio muy práctico para todos los instrumentistas de metal.
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